La Comisión Nacional de Salud de Portugal cierra todo el surf debido a los protocolos de Covid, dejando varados a los surfistas durante varias semanas. Ramón Laureano, el padre y compañero de remolque de Tony, ve a su hijo evolucionar como surfista de grandes olas. Garrett McNamara deja la ciudad mientras él y otros se enfrentan a su incapacidad para surfear olas en Nazaré.