Natsume conoce a un dios del santuario en forma de anciana. Se ve obligado a ayudarla a devolverle un espejo a un youkai que se dice que trae el desastre. El youkai resulta ser Reiko, la abuela de Natsume, a quien el dios del santuario solo confundió con un youkai. Reiko había prestado el espejo para que el dios del santuario pudiera salvar la vida de un árbol viejo, pero los dos se separaron después de que Reiko supo que la anciana era una youkai.